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Pfeiffer Vacuum al servicio de la ciencia

Pfeiffer Vacuum al servicio de la ciencia

En septiembre de 2015, los observatorios LIGO en Luisiana y Washington, EE.UU., detectaron ondas gravitacionales directamente en la tierra por primera vez

y esto confirmó la teoría de Einstein en el límite del campo fuerte en la fuente, un gran avance para la astrofísica. La tecnología de vacío jugó un papel crucial en las espectaculares medidas de LIGO. Soluciones desarrolladas por Pfeiffer Vacuum estuvieron involucradas en las mediciones tanto de los observatorios LIGO, como en los experimentos base. En la entrevista, el Profesor Dr. Rainer Weiss, uno de los fundadores de LIGO, habla sobre los hallazgos de LIGO y el papel de Pfeiffer Vacuum y sus Soluciones.

E = mC2: Ésta fórmula, como parte de la teoría de la relatividad desarrollada por Albert Einstein en 1905 para describir la equivalencia entre masa y energía, es probablemente la fórmula física más famosa. Varios años más tarde, el físico de fama mundial, amplió su observación de la gravedad y matemáticamente describió la existencia de las ondas gravitacionales, como parte de su teoría general de la relatividad en 1915. Desde hace 100 años, esta teoría ha sido reconocida en la física. Con la ayuda de LIGO (Observatorio de ondas gravitacionales por interferometría láser) los científicos fueron capaces de detectar la radiación de un par de agujeros negros en colisión por primera vez. Con ello, la existencia de agujeros negros binarios se probó y se comprobó que su dinámica obedece a las ecuaciones de Einstein.

Ondas gravitacionales - deformaciones de espacio-tiempo

Las ondas gravitacionales se forman cuando los objetos con masa de gran tamaño, tales como estrellas de neutrones o agujeros negros, están acelerados y rondan de cerca en círculos alrededor uno del otro. Ellos se acercan a fracciones significativas de la velocidad de la luz cuando chocan. A medida que orbitan, emiten ondas gravitacionales que comprimen y estiran el espacio, deformando el espacio-tiempo. Las deformaciones son extremadamente pequeñas y oscilan. Pueden compararse con una piedra que ha sido lanzada al agua y crea ondas en movimiento hacia el exterior en la superficie.

Prueba espectacular de la teoría de Einstein

En septiembre de 2015, por primera vez, LIGO detecta las ondas gravitacionales de dos agujeros negros que emergían probablemente de una distante galaxia a 1,3 billones de años luz. Esto no sólo demuestra una vez más la teoría de Einstein, si no también se pudo demostrar la existencia de un par de agujeros negros por primera vez. Para los investigadores, este descubrimiento significa el inicio de una nueva era en la astronomía - comparable con el momento en que Galileo Galilei comenzó sus estudios astronómicos en el siglo XVII.

Este paso a una nueva era se hizo posible mediante el uso de dos detectores en LIGO en los EE.UU., que se encuentran a 3.000 kilómetros de distancia, es decir, en Hanford (Washington) y Livingston (Luisiana). El proyecto se inició en 1992 para realizar investigaciones y experimentos sobre el registro de las ondas gravitacionales. Hoy en día, varios miles de científicos de 16 países trabajan allí.

La tecnología de vacío de Pfeiffer Vacuum usada en LIGO

Este experimento, y por lo tanto la prueba de las ondas gravitacionales de la Tierra requieren tecnología de vacío. Para garantizar un funcionamiento correcto, las dos trayectorias del láser deben estar libres de toda influencia que pueda provocar distorsión. Por esta razón, los rayos láser y espejos ópticos se colocan en un sistema de ultra-alto vacío. Con el fin de garantizar la calidad y la fiabilidad del sistema y así poder garantizar la exitosa finalización del experimento, décadas de preparación eran necesarias. Como parte de esta preparación, una intensiva investigación básica para la preparación de experimentos de ondas gravitacionales se llevó a cabo en diferentes institutos físicos en todo el mundo.

Pfeiffer Vacuum proporcionó equipos de vacío para muchos de éstos experimentos básicos. También en los observatorios LIGO, el vacío en los detectores se controla por los sistemas analíticos de Pfeiffer Vacuum. Para el diagnóstico de la limpieza térmica de los enormes tubos de haz, bombas turbomoleculares HiPace y numerosos espectrómetros de masas de Pfeiffer Vacuum se utilizan para el control de calidad y detección de fugas. Estos equipos aseguran que las condiciones de vacío necesarias en los sistemas de tubos, se mantengan de forma continua y que se dan las condiciones ambientales para la ejecución exitosa de los experimentos.